Mateo 5:13 “Vosotros sois la sal de la tierra”
Cuando vemos el capitulo 5 de Mateo, vemos que se esta tratando muy fuertemente el tema de las relaciones humanas. Jesus enseña que somos sal, y que somos luz; y nos sigue hablando sobre el perdón, sobre actitudes sencillas, pero de mucho peso delante de Dios, y que marcan la diferencia delante de los demás.
Quienes seguimos a Dios, estamos llamados a ser luz a otros, a tener sazón de Dios, para poder dar testimonio con nuestras actitudes, a quien seguimos.
Mas adelante, se nos enseña:
Marcos 9:49 “… Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros”
Volvemos al punto anterior, tener sal, es estar en paz con los demás, pero la paz es el resultado de un conjunto de actitudes y palabras:
Colosenses 4:6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
Actitudes marcan la diferencia. La sal es necesaria para estar armonioso con los demás, y con Dios. Por lo que entendemos que sal es actitudes correctas, palabras correctas.
Marcos 9:50 “Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis?”
Si nuestras palabras y acciones no son correctas, de acuerdo a lo que Dios espera de nosotros, no hay sabor, no hay una evidencia para los demás de lo que Cristo es en nosotros, no hay testimonio, por lo tanto no se marca la diferencia.
La Sal en la Biblia hace referencia a un pacto entre Dios y los hombres:
Levitico 2:13 “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.“
Nuestras palabras generan actitudes en nosotros mismos y los demás, ya que nuestras palabras es el fruto de lo que pensamos y que somos. Esto nos lo enseña la biblia:
Santiago 3:5 “Así también la lengua(generador de palabras) es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas”.
Isaías 32:6 “Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento”.
Mateo 12:34 “Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Mateo 12:35 “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.”
Ser sal, y tener sal, es una decisión que nace del corazón, una vez que recibimos al Señor en nuestro corazón y permitimos que el transforme nuestros corazones y nuestras actitudes.
Es importante que hoy tomemos la decisión de ser sal, y de tener sal, para que los demás puedan ver a Dios en nosotros mismos, en nuestra forma de ser, un testimonio genuino y verdadero de quien es Jesucristo.
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