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miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Llevas una Doble vida?



La mayoría de personas maneja un nivel de inconstancia en sus vidas. Inician proyectos y a los 15 días los abandonan. Inician estudios y los dejan botados a medio camino, inician una relación, a al mes se aburren…
Esta es una condición muy conocida en la biblia, denominada DOBLE ANIMO.
Hay varias descripciones en los diccionarios sobre la palabra Ánimo:
·         valor, energía y voluntad para empezar o enfrentar algo
·         m. Alma o espíritu, en cuanto es principio de la actividad humana.
·         Fuerza moral y energía que impulsan a la actividad

Vemos que el ánimo, es una fuerza, pero está ligada al interior, alma, y/o al espíritu.

Por  lo tanto, es una fuerza capaz de controlar nuestro comportamiento.

Pero cuando la fuerza no es constante, se genera el doble animo, esa actitud que “hoy si, hoy no”, “hoy si quiero amar a mi prójimo, mañana no”, “hoy si quiero buscar del Señor, mañana no”, “hoy si quiero ser hijo de Dios, mañana no”.

Dice la palabra en:

Santiago 1:8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. 

Una persona con doble animo, no va a avanzar en la vida, ya que la misma fuerza que use para impulsarse, es la misma fuerza que lo va a hacer retroceder la misma distancia que ya avanzo.

El origen del doble animo se da según la palabra, en un corazón impuro:

Otra parte de la palabra nos da otro ejemplo de dobles ánimos:

1º Reyes 18:21 “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 


Para purificar nuestros corazones no podemos mas que rendirnos al Señor para que sea el quien nos purifique a través de su sangre preciosa.

Santiago 4:8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”.

Sin embargo, no podemos ignorar la otra parte del versículo donde se nos habla de las manos, las cuales representan los frutos. Una persona que persiste en el pecado tiene sus manos sucias, no produce fruto, y genera corrupción, llenando de impureza el corazón.

En Isaías, la palabra especifica muy claramente como debemos actuar cuando hemos dado cabida en nuestra vida al doble animo:

Isaías 1:16 “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo”; 

Dejar de hacer lo malo es requisito irrenunciable para limpiar nuestro corazón y lavar nuestras manos.


Hechos 22:16 “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”.

No hay forma de que sigas siendo el mismo cuando invocas el nombre del Señor, obtendrás limpieza de tus pecados, y purificaras tu corazón.

Hago énfasis en esto, como dice este versículo: ¿POR QUE TE DETIENES?, ¿Qué TE ESTA ESTORBANDO PARA AVANZAR?, Renuncia ahora en el nombre de Jesus a esas pegas y limpia tus manos, purifica tu corazon…

¿Quieres mas?, seguimos limpiándonos:
1ª corintios 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 

Si te sometes a Dios, buscando la santidad, atendiendo los mandatos de Dios, puedes ser limpio también.
Los pecados se lavan escuchando la palabra y poniéndola por obra.

Ser libres del doble animo tiene una meta, un objetivo: Ser Utiles y agradables para el Señor

2ª Timoteo 2:21 “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”. 

Es hora de que nos esforcemos , que persistamos en esta meta, Si el Señor dio todo por nosotros, sepamos ser fieles, para responder al llamado del Señor, tomando decisiones sabias, dejando el doble animo.

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