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jueves, 22 de septiembre de 2011

La Boda del Rey Parte 1

Que buenas son las bodas… Hay Alegría, risas, bromas,  comida, felicitaciones, es toda una celebración, y es que los motivos las hacen ser así, y no menos de eso. A todos nos gustan las bodas.

Pero, Que elementos  relacionados a la gente pueden echar a perder una boda?



Mateo

22:2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
22:3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
22:6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
El rechazo de la invitación


Este gran Rey,  organiza una boda para su hijo. Pero se enfrenta al primer problema, sus invitados, los ciudadanos, rechazan su invitación.

Al parecer era gente que no valoraba ni a su rey, ni a lo complacido que estaría de compartir algo tan importante para el como el matrimonio de su hijo.

Hay una condición que ineludiblemente separa a los humanos de Dios:

Romanos
3:22… Porque no hay diferencia,
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 

El pecado es la barrera entre el hombre y Dios, y aunque Dios a través de la historia ha enviado a sus siervos con el fin de reconciliar a la humanidad con el, se ha encontrado siempre con oposición.
Ejemplo de siempre: El pueblo de Israel.

El envía su mensaje de salvación desde que el hombre peco, hasta nuestros días, pero no todos aceptan dicho regalo. Antes bien , la gente se revela mas y mas, se burlan de ese mensaje, lo rechazan y deciden llevar sus vidas fuera del orden de Dios.
Invitar a una ciudad a celebrar con el , es en realidad un acto de misericordia para con la gente,
Pero este acto de misericordia, al ser rechazado por los “de la casa” se extiende fuera de las fronteras de la ciudad.
Al final, los escogidos no eran dignos de ser invitados.
Dios muestra su misericordia para con el mundo, y su mensaje da testimonio de su salvación. Ya este regalo ha sido dado, asi que el no lo va a morir una segunda vez, ahora es para quien quiera recibir su invitación.
Si los de adentro no desean lo de el, pues, los de afuera lo aprovecharan.

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