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sábado, 24 de septiembre de 2011

La Boda del Rey parte 2

Vestidos para la fiesta


Mateo

22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.


¿Por qué era tan importante el vestido en la celebración?
En las bodas, ya sea el prometido o su padre, se reservaban el derecho de vestir a sus invitados.
Esta no era cualquier boda, ya que la escritura hace referencia a un Rey, por lo tanto, los invitados deberían vestir a la altura de la realeza. El Rey no quería que nadie se sintiera incomodo, en medio de tanto lujo y esplendor, además, quería asegurarse de los detalles para que su hijo se sintiera honrado.
Asi que este Rey suministro de vestidos  reales a todos sus invitados, GRATIS.
Recordemos que la gente de la ciudad (los escogidos) rechazaron la invitación, por lo tanto, estos eran gente de las afueras, gente sencilla, que no se había relacionado tal vez de forma tan cercana como los ciudadanos, con el Rey.
Esto se ve muy claramente en una muestra de amor de nuestro Padre Celestial. Aunque nosotros en su momento, por seguir nuestros deseos, nuestras formas, no éramos de esos cercanos, pero el decidió en su infinita gracia, perdonarnos, aceptarnos, y vestirnos de su salvación, vestirnos de su hijo Jesús:

Isaías
61:3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 

Isaías
61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.

En el principio, el hombre no se avergonzaba de estar desnudo, no había pecado en el , no tenia que avergonzarse de nada:

Genesis
2:25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Sin embargo, cuando fueron tentados y accedieron al pecado, la desnudez se convirtió en un gran símbolo de vergüenza, simbolizando el pecado delante de Dios.
Ahí Dios demuestra por primera vez su MISERICORDIA suministrando a Adan y a Eva, prendas para cubrir su vergüenza

Genesis
3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 
               
Nosotros en nuestra naturaleza humana no somos dignos de estar delante del Señor tal y como somos sin sentir vergüenza. A veces queremos remediar en nuestra humanidad esa vergüenza, con buenas obras, pero tampoco eso produce efecto, porque nuestras vestiduras  , si no son las que provienen del rey, son piezas descoloridas y desagradables:

Isaías
64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 

Solo el Señor puede cubrir nuestra vergüenza con las prendas apropiadas, prendas reales, prendas de misericordia, ordenar que de nuestra vida se quite nuestra vestidura de maldad:

Zacarías
3:3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
3:4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala

Al aceptar a Jesús en nuestros corazones, nuestras viejas vestiduras son quitadas, y nos revestimos de Él. Jesucristo y su salvación son representados como ropas para cubrir nuestra vergüenza. El regalo ha sido enviado, nos corresponde a nosotros aceptarlo. Y como? Renunciando a todo aquello que representa vileza en nuestra vida , todo trapo, o harapo que nos hace ver mal delante de el.

Romanos
13:13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Jesús pago un precio muy alto, un precio que nadie querría pagar, para darnos los vestidos reales:

Salmo
109:17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino;
Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
109:18 Se vistió de maldición como de su vestido,
Y entró como agua en sus entrañas,
Y como aceite en sus huesos.

Ahora el esta en poder y en gloria, su traje es Luz

Salmo
104:2 El que se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una cortina,

Cuando aceptamos a Jesus, y su salvación, se nos conceden vestidos reales:

Apocalipsis
19:8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

Ya tenemos el vestido, somos invitados, somos amigos del Rey… Ahora nos toca preservar ese vestido, y cuidarlo.

Efesios
5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 


Apocalipsis
3:4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 

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