Para Orar, debemos tener una conciencia plena de quien es Dios
1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Orar es hablar con el Señor. Es importante tener un motivo de nuestra oración:
1 Crónicas 17:25 Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti.
Sin embargo, Dios mismo es motivo para presentarnos delante de El, y hablarle, y adorarle, y exaltarle.
Deuteronomio 10:21 El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
El espera que le hables en todo tiempo
Salmo 55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.
Y él oirá mi voz.
El espera que vengamos a él en gratitud.
Daniel 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
El espera que vengamos a el en Fe, seguros de El…
1 Juan 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Si no sabemos orar, el Espíritu Santo nos ayuda a expresarnos delante de Dios
Romanos 8:26-27 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
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